
Cuidar la higiene de tu gato no tiene por qué ser una tarea ardua; estas pequeñas comprobaciones diarias lo mantendrán feliz y sano, además de ser ideales para crear vínculos afectivos.
Primero los Ojos
Revísale los ojos rápidamente todos los días: deben estar brillantes, limpios y sin enrojecimiento ni grumos. Si ves una pequeña costra (¡es completamente normal!), usa un paño suave o un disco de algodón humedecido con solución salina. Limpia suavemente desde adentro hacia afuera, ¡sin frotar!
Limpiar la Nariz
¿Alguna vez has visto esos pequeños mocos negros en su nariz? Suelen ser lágrimas secas mezcladas con polvo. Un algodón húmedo funciona perfectamente para limpiarlos. Esto es especialmente importante para los gatos de cara plana como los persas, ya que sus narices se ensucian más rápido.
Revisar las Orejas
Mira dentro de sus orejas: las sanas son de un rojo claro y limpias. Si ves una acumulación de cerumen oscuro, guárdalo para una limpieza perfecta con un limpiador de oídos aprobado por veterinarios. Sin embargo, la mayoría de los días, una prueba rápida y visible es suficiente.
Tiempo de Dientes (¡Sí, de verdad!)
Este paso es fundamental para su salud a largo plazo. Intenta cepillarle el esmalte varias veces por semana con un cepillo de dientes suave para gatos y pasta de dientes específica para gatos (¡nunca de humanos!). Deja que lama un poco de pasta primero para que se acostumbre al sabor; empieza despacio, incluso cepillar el esmalte frontal ayuda muchísimo.
Limpieza de Barbilla Después de Comer
La comida y la grasa pueden pegarse a la barbilla después de comer, y así es como aparecen los granos en los gatos. Ten a mano un paño húmedo o una toallita húmeda para mascotas: una pasada rápida después de cada ingrediente mantendrá su barbilla limpia y despejada.
Cepillado del Pelaje
El cepillado elimina el pelo suelto (¡adiós a los rodillos atrapapelusas!) y evita que se formen estos molestos enredos. Los gatos de pelo largo necesitan esto a diario; los de pelo corto son excelentes con un par de veces a la semana. Cepíllalos siempre en la dirección en que crece su pelaje; ronronearán.
Revisión de Patas y Uñas
Revisa sus patas con cuidado y revisa sus uñas. No es necesario cortarlas a diario, pero acostumbrarlos a que les toquen las patas facilita mucho el corte. Además, revisa si tienen restos atrapados en las almohadillas (como arena o pequeños restos) o grietas; ¡pueden doler!
Hacer estas pequeñas cosas a diario te permite detectar pequeños problemas antes de que se conviertan en grandes, y es una forma encantadora de pasar tiempo con tu gato. ¡Todos ganan!